ANBIENMATICA

WELCOME TO THE WEB OF MARIE TATOO AMY LEE AEROGRAFIA FOTOGRAFIA EVANESCENCE VERTIGO CARROS MOTOS GALERIA CARROS Y MOTOS GALERIA TATOO GALERIA FOTOGRAFIA Y AEROGRAFIA BIOINFORMATICA TELEFONIA CELULAR Y WIFI ENERGIA EOLICA Y DOMOTICA SIG CABLES CUANTICOS NANOTECNOLOGIA EN MEMORIA UNIVERSAL FOTONICA ANBIENMATICA METABOLOMICA FABRICAS DE BACTERIAS VIRUS DE TELEFONOS MOVILES BIOMECATRONICA COMENTARIOS



Ambienmática

MEDIO AMBIENTE Las previsiones informáticas aumentan la producción agrícola y la diversidad de las especies. Por Wade Roush.Los científicos medioambientales tratan a los ordenadores como viejos amigos. Los llevan usando desde hace mucho tiempo para “hincar el diente” a los datos que recogen en el campo con el propósito de determinar la topografía de los hábitats de las especies en peligro o predecir las consecuencias de las emisiones de gases de efecto invernadero sobre el clima global. Pero hay tres tendencias que están haciendo progresar la tecnología de la información desde la periferia de los estudios medioambientales hasta su auténtico núcleo, de acuerdo con los defensores de un nuevo campo llamado informática medioambiental, o ambienmática.En primer lugar, existe una reciente avalancha de datos brutos sobre el medio ambiente, producto de sensores en red que controlan ecosistemas en tiempo real. En segundo lugar, hay un aumento de normas de Internet, como, por ejemplo, la Extensible Markup Language (XML), que pueden asociar entre sí datos almacenados en distintos formatos y en diferentes lugares. La tercera tendencia —que es el decreciente coste de la potencia de los ordenadores —significa que los investigadores pueden utilizar equipos de sobremesa económicos para hacer análisis y simulaciones que en otro tiempo requerían superordenadores. Lo mismo que el invento de los secuenciadores de genes rápidos de hace una década dio lugar a la bioinformática, una nueva riqueza de datos sobre los océanos, la atmósfera y la tierra está conduciendo a un conjunto más amplio de medios de detección, simulación y representación—y es de esperar que con ellos se consigan predicciones más fiables sobre el futuro. El modelado medioambiental, por supuesto, no es nuevo: la ratificación del Protocolo de Kioto se vio parcialmente estimulada por modelos climáticos globales que predicen unos aumentos medios de temperatura de 1°C a 6°C en el próximo siglo. Pero estos modelos climáticos a gran escala y largo alcance no contribuyen a resolver problemas más inmediatos y locales —como, por ejemplo, si la humedad este mes en Butler County, PA, significará que los agricultores deben aplicar fungicidas con anticipación para evitar infecciones. En el Centro de Informática Medioambiental de la Universidad del Estado de Pennsylvania, el investigador Douglas Miller está volcando los datos procedentes de estaciones meteorológicas a través de los distintos estados que cultivan trigo en un programa basado en la Web que puede predecir en qué lugar puede atacar una devastadora infección de hongos del trigo llamada plaga de la cabeza del fusarium. Los agricultores pueden registrarse en un sitio de la web e introducir sus posiciones y las fechas de floración de sus cosechas para así obtener mapas locales donde se muestren, codificados por colores, los niveles de riesgo. “Estamos poniendo la información medioambiental en las manos de la gente para que pueda tomar decisiones,” dice Miller. La ambienmática está incluso contribuyendo a controlar el crecimiento urbano. En el condado de San Diego, los funcionarios han compilado una detallada base de datos geográficos y biológicos para fijar la situación en que se encuentran los embalses vernales —que son aquellos que se llenan de agua de lluvia en el invierno y en la primavera y que se hacen huéspedes de las cepas de especies más en peligro, como son el camarón diáfano de San Diego, por lo que merecen la mayor protección. La ciencia es raramente la impulsora principal de la gestión del terreno o de otras decisiones que afectan al entorno natural, pero la ambienmática puede hacer más difícil que nunca para los políticos eludir las implicaciones a largo plazo de las decisiones que estén dispuestos a tomar.